¿Has sentido alguna vez la ansiedad?…Es muy probable que sí…Es una emoción normal que sentidos todos los seres humanos, sin embargo la intensidad de ella va a definir su severidad.
La ansiedad es la respuesta normal de nuestro cuerpo ante eventos estresantes. Es una emoción de aprensión sobre lo que está por venir.
Los trastornos de ansiedad son de las enfermedades mentales más comunes y pueden afectar a cualquier persona, a cualquier edad y de cualquier raza. Según las estadísticas mundiales, las mujeres tienen más probabilidades que los hombres de ser diagnosticadas.
El trastorno de ansiedad se caracteriza por intensos síntomas emocionales, físicos y de comportamiento que crean una sensación desagradable a nivel corporal.
En muchas ocasiones, estos síntomas se vuelven muy graves formando un ataque de ansiedad (también conocido como ataque de pánico).
Los ataques de ansiedad pueden ocurrir inesperadamente y crear un gran temor de que vuelvan a ocurrir. Por lo tanto, las personas a menudo buscan evitar a las demás personas o ciertos lugares por miedo a que se repita la crisis.
Aplicar un estilo de vida saludable ayuda para la ansiedad:
- Permanecer activo físicamente. Desarrolla una rutina para estar activo físicamente la mayoría de los días de la semana. El ejercicio es una herramienta muy potente para reducir el estrés. Puede mejorar tu estado de ánimo y ayudarte a estar saludable debido a la liberación de endorfinas que se produce. Comienza despacio y aumenta gradualmente la cantidad y la intensidad de tus actividades.
- Que dormir sea una prioridad. Haz lo que puedas para asegurarte de que estés durmiendo lo suficiente como para estar descansado.
- Usa técnicas de relajación. Las técnicas de visualización, la meditación y el yoga son ejemplos de técnicas de relajación que pueden aliviar la ansiedad.
- Come de manera saludable. Comer sano, concentrándote en vegetales, frutas, cereales integrales y pescado.
- Evita el alcohol y las drogas recreativas. Estas sustancias pueden empeorar la ansiedad.
- Deja de fumar y reduce la cantidad de café que consumes. Tanto la nicotina como la cafeína pueden empeorar la ansiedad.
¿Qué es el Trastorno de ansiedad generalizada (TAG)?
Se caracteriza por una preocupación patológica que va de un tema a otro. Las personas con TAG anticipan resultados negativos, a pesar de que exista una escasa probabilidad de que eso ocurra. Se le dificulta mucho controlar su preocupación. Muchas personas con TAG manifiestan que se han sentido ansiosos y nerviosos toda la vida. El 90% de quienes padecen TAG sufren otras enfermedades psiquiátricas y 42% padece depresión mayor o distimia. El 16% presenta abuso de sustancias y el 50% padece de trastornos de la personalidad, como trastorno de la personalidad por evitación, por dependencia y con mayor frecuencia obsesivo-compulsiva.
¿Cuáles son las causas del trastorno de ansiedad generalizada?
No se sabe exactamente qué origina un trastorno de ansiedad, sin embargo, sí se ha observado que:
- Las personas con un historial familiar de enfermedades mentales tienen más riesgo de sufrir este trastorno, lo que en parte habla a favor de la genética. También se han identificado variantes genéticas que pueden aumentar el riesgo de depresión y de trastorno de ansiedad generalizada.
- Tener un historial de experiencias traumáticas puede aumentar el riesgo de trastornos de ansiedad, por ejemplo, haber experimentado violencia doméstica o acoso escolar.
- Algunas personas con el trastorno tienen una activación excesiva de regiones cerebrales implicadas en las emociones y el comportamiento.
- También, se ha encontrado en algunas pacientes alteraciones en niveles de sustancias químicas claves para el estado de ánimo.
- Un historial de abuso de alcohol y otras drogas aumenta el riesgo de ansiedad generalizada.
- Condiciones médicas dolorosas o de larga duración también elevan el riesgo del trastorno.
Criterios diagnósticos
- Ansiedad y preocupación excesivas (expectación aprensiva) sobre una gran cantidad de acontecimientos o actividades (como el rendimiento laboral o escolar), que se prolongan más de 6 meses.
- La ansiedad y preocupación se asocian a tres (o más) de los seis síntomas siguientes (en los niños sólo se requiere uno de ellos), algunos de los cuales han persistido más de 6 meses:
- Inquietud o impaciencia.
- Fatiga fácil.
- Dificultad para concentrarse o tener la mente en blanco.
- Irritabilidad.
- Tensión muscular.
- Alteraciones del sueño (dificultad para conciliar o mantener el sueño, o sensación, al despertarse, de un sueño no reparador).
- El centro de la ansiedad y de la preocupación no se debe a los síntomas de otro trastorno mental.
- La ansiedad, la preocupación o los síntomas físicos provocan malestar clínicamente significativo o deterioro social, laboral o de otras áreas importantes de la actividad del individuo.
- Estas alteraciones no se deben a los efectos fisiológicos directos de una sustancia (por ejemplo: drogas, fármacos) o a una enfermedad médica (por ejemplo: hipertiroidismo) y no aparecen exclusivamente en el transcurso de un trastorno del estado de ánimo, un trastorno psicótico o un trastorno generalizado del desarrollo.
¿Cómo se trata el trastorno de ansiedad generalizada?
Existen dos líneas de tratamiento fundamentales, la farmacológica y la no farmacológica.
- Tratamiento no farmacológico: Psicoterapia cognitiva conductual
- Generalmente una intervención por un psicólogo implica de 6 a 12 sesiones de terapia con una frecuencia semanal.
Tratamiento farmacológico
En la década de los 80 los fármacos de primera elección eran la benzodiazepina, luego para la década de los 90 los antidepresivos pasaron a ser de primera elección. En la actualidad son utilizados los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina, inhibidores de la recaptación de serotonina y noradrenalina, y en algunos casos se utilizan los antidepresivos tricíclicos. De requerirse el uso de las benzodiazepinas debe ser supervisado por un especialista, de forma que el paciente no desarrolle una dependencia. Se debe evaluar bien el perfil del paciente.
En algunos pacientes se pueden observar efectos secundarios, sin embargo, la mayoría de los síntomas suelen mejorar la primera semana, de no ser así es mejor retirar e intentar con otro medicamento. La respuesta de la medicación tiene que ver con la genética cerebral que tiene el paciente.
Actualmente se realizan exámenes genéticos (genecept assay), para ver qué medicamento es el que mejor acepta la genética cerebral del paciente. Sin embargo, este examen sigue teniendo la limitación del costo, por lo cual, se sigue utilizando la estrategia de cambio de medicación cuando no veamos una respuesta favorable.
“La ansiedad no es necesariamente mala, porque también puede llevar a la persona al conocimiento de su propio ser”
TRASTORNO DE PÁNICO
El rasgo fundamental son los ataques recurrentes de ansiedad grave (llamados: ataques de pánico), que suelen comenzar de forma súbita, sin advertencia. Pueden aparecer en cualquier momento: cuando estás conduciendo, de compras en un centro comercial, cuando estás profundamente dormido o en medio de una reunión. Este episodio repentino de miedo intenso provoca reacciones físicas graves cuando no existe ningún peligro real o causa aparente.
¿Cuáles son las causas del trastorno de pánico?
Las investigaciones demuestran que existe un importante factor hereditario que suele combinarse con una sumatoria de diversas situaciones estresantes a lo largo de la vida que terminan detonando su aparición.
Se ha estudiado que hay una sobreactivación de ciertas áreas cerebrales encargadas de procesar las emociones (sistema límbico, incluye estructuras como la amígdala, el hipocampo y el locus ceruleus).
“Las recomendaciones actuales también incluyen la psicoeducación del paciente…”
Un ataque de pánico se caracteriza por todo lo siguiente:
1) Es un episodio aislado de temor o de malestar.
2) Se inicia bruscamente.
3) Alcanza su máxima intensidad en pocos segundos y dura algunos minutos (10-15min)
Deben hallarse presente por lo menos cuatro de los síntomas listados a continuación, uno de los cuales debe ser de los ítems:
- Síntomas autonómicos: Palpitaciones, escalofríos, temblores o sacudidas, sequedad de boca (no debida a medicación o deshidratación).
- Síntomas relacionados con el pecho o abdomen: Dificultad para respirar, sensación de ahogo, dolor o malestar en el pecho, náusea o malestar abdominal.
- Síntomas relacionados con el estado mental: Sensación de mareo, inestabilidad o desvanecimiento, sensación de irrealidad (desrealización), o de sentirse fuera de la situación (despersonalización), sensación de perder el control, de volverse loco o de perder el conocimiento, miedo a morir.
- Síntomas generales: sensación de calor o escalofríos, adormecimiento o sensación de hormigueo.
Criterio de exclusión: El trastorno no es debido a trastorno somático, trastorno mental orgánico, ni a otros trastornos mentales tales como la esquizofrenia y trastornos relacionados, trastornos del humor o trastorno somatomorfo.
¿Cómo se trata el trastorno de Pánico?
Tanto la farmacoterapia como la psicoterapia cognitiva conductual son las dos herramientas más eficaces para el control de sus síntomas y que deben aplicarse en forma combinada durante un tiempo considerable. Las recomendaciones actuales también incluyen la psicoeducación del paciente acerca de la naturaleza del trastorno y la evolución de esta enfermedad, así como del mecanismo de formación de los síntomas físicos y psíquicos de la ansiedad, del ataque de pánico; pautas del tratamiento, posibilidades de respuesta positiva y tiempos estimados del tratamiento.